Aprende cómo congelar pan. Haz que tus panes duren más tiempo como el primer día, usando estas curiosas técnicas de congelación y descongelación.
El pan tiene un período de vida que varía de acuerdo a diversos factores: ingredientes, clima, almacenamiento, entre otros. Por regla general, un pan artesanal dura en estado aceptable entre 2 y 3 días. No es el caso de los panes industriales, que duran alrededor de 15 días debido a su alto contenido de aditivos y conservantes. En todo caso, existe una técnica para alargar el tiempo durante el cual podemos consumir un pan casi como el primer día: congelándolo.
Existe una norma básica a la hora de congelar el pan:
El pan se debe congelar cuando aún está fresco y a temperatura ambiente, dentro de bolsa plástica de congelado y preferiblemente en rebanadas.
El pan se debe congelar lo más fresco posible. Congelar un pan que ya esté duro es perder tiempo, electricidad y espacio en el congelador: al descongelarlo seguirá igual de duro. Los tiempos previstos de permanencia en el congelador son de 30 días para el pan de molde industrial y 15 días para panes comunes, siempre que se congelen mientras están frescos. Los panes dulces o con frutas deshidratadas se pueden congelar, pero al descongelarlos su estructura y sabor varía tanto que no son agradables.
El contenedor idóneo para el pan es la bolsa plástica de congelación, aunque también es posible usar papel aluminio, film plástico de cocina, e incluso bolsas plásticas comunes para alimentos. En cualquiera de los casos se busca evitar que el pan se impregne de aromas y sabores de otros alimentos. Debemos siempre etiquetar con los siguientes datos: tipo de pan, fecha de congelado y fecha de vencimiento.
Podemos congelar panes grandes o pequeños enteros, pero no resulta práctico a menos que pretendamos consumirlos de una vez. Las rebanadas permiten consumir solo la cantidad deseada. Aunque tiendan a pegarse unas a otras no es mayor problema: con un pequeño golpe sobre una superficie plana se despegarán.
Si el pan es bastante pequeño, no es necesario picarlo en rebanadas.
Para descongelar y consumir el pan debemos saber lo siguiente: se puede consumir tostándolo o sin tostar. En el primer caso, cuando son rebanadas, se pasan directamente de la bolsa de congelación a la tostadora. En la segunda opción se retira el pan entero o en rebanadas de la bolsa de congelación, se coloca sobre una rejilla, se cubre con un paño seco y se deja a temperatura ambiente entre 30 y 45 minutos, hasta que vuelva a tener su textura original.
También es posible descongelarlo con el microondas: se cubre el pan con tela de lino, se coloca un vaso de agua y se le dan 15 segundos a media potencia. El horno tradicional también puede calentarlo una vez descongelado, pero exclusivamente si tiene la función de aire caliente, a temperatura media y generando vapor por unos cinco minutos. Una vez tostado o a temperatura ambiente o caliente, se debe consumir enseguida ya que tiende a endurecerse rápidamente.